El día de tu boda no se repite. Por eso, más allá de los detalles y la organización, lo importante es que lo vivas intensamente. La fotografía debe ser una extensión de ese día, no una distracción.
Aquí tienes mis 5 consejos para que tu reportaje de boda sea auténtico, natural y fiel a vuestra historia:
1. Conecta con tu fotógrafo/a
Habla, pregunta, comparte tu visión. La conexión con quien te va a acompañar con la cámara es esencial para que te sientas tú misma, sin forzar nada.
2. Olvídate de las cámaras
De verdad: olvídalas. Disfruta, ríe, abraza, baila. Cuanto más vivas tu boda, más reales y bellas serán las imágenes.
3. No prepares cada detalle para “la foto”
Las fotos más potentes surgen de lo espontáneo. Tu madre emocionada, una risa imprevista, una mirada entre vosotros… eso no se puede fabricar, pero sí capturar.
4. Cuida los tiempos, pero sin obsesionarte
Deja margen entre momentos clave (vestirse, ceremonia, aperitivo…). El reportaje fluye mejor cuando tú no estás corriendo contra el reloj.
5. Respira. Vive. Siente.
Este es vuestro día. No se trata de una sesión, sino de un relato visual de lo que sentisteis. Confía, y deja que las imágenes hablen por sí solas.
Tu boda será única. Que las fotos lo reflejen también.